miércoles, 1 de julio de 2015

Propiedad intelectual

Hoy no escribo un post como los habituales. Por lo general suelo escribir sobre los proyectos que voy llevando a cabo y como avanzo poco a poco, pero hoy quiero escribir un editorial. O quizás una confesión. Si, lo confieso. Desde hace poco menos de una hora soy un delincuente. Mi crimen ha sido algo tan indigno como robar el pan a los pobres creadores. O quizás no. Me acuso de haber traducido textos. De haber traducido y difundido material reservado a unos pocos, y cuyo acceso está vetado.

¿Hablo de material subversivo? ¿Soflamas políticas? ¿Material clasificado? ¿Herejias? No. Se trata de subtítulos de obras de entretenimiento. Subtítulos para un material que jamás llegara a los países en los que mi actividad es ilegal y cuya única opción para obtener son los cauces ilícitos (puesto que esta incluso protegido contra su venta en España con las protecciones por zona de los DVD).

Por mi culpa, hay traductores profesionales que no trabajarán, porque yo he hecho una traducción de poca calidad que les impedirá a ellos llevar la suya a cabo.

Por no decir nada de algo que, si bien aquí no es delito, si lo es en Francia: hoy leía la noticia de que una revista había sido multada por fomentar la piratería y el uso del P2P. También soy culpable de eso. Y de explicar como saltar bloqueos que protegen a la gente de un país para que en otros no tengan acceso a sus contenidos.

Por eso me acuso. Y me acuso también de algo peor. De tener la conciencia tranquila. De poder dormir esta noche (si el calor veraniego me lo permite) sin remordimientos ni cargos de conciencia. Y sobre todo con la idea de que no he hecho nada malo, puesto que enseñar a quien no sabe y dar acceso a otras culturas a gente que no lo tiene me parece digno de elogio.

Ahora que me he confesado, podéis hacer lo que gustéis. Podéis ser mis cómplices, sabiendo que lo que hago esta prohibido, o denunciarme por estas acciones ilícitas.

Yo, por mi parte tengo muy claro lo que mi conciencia me dice que haga.

Un saludo.

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